¿Has pensado en comprar un coche y te preocupa la posibilidad de no poder circular por el centro de las ciudades? ¿No tienes claro cuáles son las alternativas al motor de combustión? ¿Tiene sentido aún pensar en comprar coche? Este artículo es para ti. Jornal Público (03/01/2019) Empecemos por el final: ¿Tiene sentido comprarse coche? En las ciudades, la tendencia será cada vez más utilizar el automóvil como un servicio, en detrimento del uso como propietarios del coche. El tiempo y el dinero que se pierde en los atascos o buscando sitio para aparcar, llevan a muchos usuarios a interesarse por alternativas como el Car-Sharing, Ride-Hailing o Car-Pooling, soluciones de “última milla” y transporte público. Al mismo tiempo, en Portugal solo tienes que salir de los centros urbanos para sentir una mayor dependencia de los coches debido a la escasez de otra alternativas. Para muchas personas la compra de un automóvil aún tiene y seguirá teniendo sentido, a pesar de que su uso tenderá a ser combinado con otras alternativas de servicios de movilidad y tipos de vehículos.
La gran mayoría de la comunidad científica (97%) está de acuerdo en que el calentamiento global se debe a causas humanas y que la emisión de CO2 por parte de los vehículos es uno de sus responsables. Por otro lado, la concentración creciente de seres humanos en las ciudades -en 2050 más del 60% de la población mundial vivirá en ciudades- obliga a tomar medidas para la mejora de la calidad del aire en estas zonas. Si los motores diesel emiten menos CO2 que sus equivalentes de gasolina, también producen hasta 11,5 veces más de óxido de Nitrógeno (NOx), uno de los responsables de las dolencias respiratorias y cardiovasculares. En septiembre de 2015, el escándalo del “Dieselgate” nos mostró las prácticas ilegales para sortear los límites de emisiones de NOx y produjo en el mercado una tendencia contraria a los motores diesel. Como los vehículos “cero emisiones” aun tienen un sobre precio y ofrecen una oferta poco diversificada, los clientes de los segmentos inferiores volvieron su atención hacia las soluciones de propulsión de gasolina o híbrida. Y llegamos al día de hoy, en que es natural que los clientes tengan dudas sobre cual es la mejor opción para sus necesidades de movilidad. Es precisamente este punto sobre el que vamos intentar aportar algo de luz, con explicaciones simples y claras, en detrimento de definiciones exhaustivas que incluyan todos los escenarios existentes. Diesel: para rodadores Si utilizas tu vehículo sobre todo en carretera, para hacer trayectos largos con pocas paradas, entonces el Diesel es una buena opción para ti. También lo es si se utiliza un vehículo específico, por ejemplo un furgón, segmento donde la oferta de otros propulsores sigue siendo escasa y su precio aún no es suficientemente competitivo. Gasolina: para quien busca precio Si tu prioridad es conseguir un precio reducido a la hora de la compra y si las distancias que recorrer no son lo suficientemente largas para que te compense adquirir un vehículo más caro que consuma una energía más baratan, entondes tendrás que considerar la opción de un vehículo de gasolina. Híbridos: electrificación sin restricciones Si buscar la máxima economía en zonas urbanas -con la consiguiente reducción de emisiones- pero no quieres estar pendiente de encontrarte con suficientes puntos de recarga eléctrica, o perder demasiado tiempo recarcando, entonces debes considerar la opción de un vehículo Mild o Full-Hybrid, que combina un propulsor de gasolina o gasóleo con uno o más motores eléctricos. En el caso del sistema Mild-Hybrid, el motor eléctrico no acciona las ruedas del vehículos y en el Full-Hybrid la propulsión puramente eléctrica se da en distancias y velocidades reducidas (dos o tres kilómetros). El Full-Hybrid logra obtener consumos inferiores y las maniobras se realizan casi siempre en modo eléctrico. Plug-in Hybrids: varios vehículos en uno solo Si quieres que tu automóvil disponga de 20 a 50 km de autonomía 100% eléctrica para los desplazamientos diarios y, al mismo tiempo, quieres mantener la conveniencia de utilizar un vehículo a combustión en viajes largos, entonces debes tener en cuenta la solución del Plug-in Hybrid. Al igual que los Mild y Full-Hybrids, los Plug-ins combinan motores eléctricos con propulsores de gasolina o gasóleo, pero gracias a las baterías más grandes y a la posibilidad de cargarlas desde fuentes externas al vehículo, garantizan una mayor autonomía. Considerando los incentivos fiscales y en el caso de los clientes empresa, la opción Plug-in Hybrid puede ser financieramente la más ventajosa, en determinados segmentos de mercado. Eléctricos: el urbano ideal Los vehículos eléctricos proponen emisiones prácticamente nulas a nivel local, con impactos muy positivos en la calidad del aire que se respira en las zonas más congestionadas de las ciudades. En términos de CO2, su impacto también es muy inferior a los vehículos con motores de combustión, especialmente en los países donde la electricidad se produce a partir de fuentes renovables. Si tu prioridad es el medio ambiente, si realizas la mayoría de tus desplazamientos en áreas urbanas o periféricas y tienes posibilidad de cargar el vehículo en "casa", la elección ideal es el 100% eléctrico. Al igual que en los Plug-in Hybrids, la combinación de los incentivos fiscales con determinados modelos y perfiles de clientes, puede hacer de los vehículos 100% eléctricos la mejor opción financiera. Fuel-cell: todavía para unos pocos Los Fuel-Cell son vehículos eléctricos capaces de producir energía eléctrica a bordo, lo que les garantiza autonomías y tiempos de abastecimiento idénticos a los de los vehículos dotados de motores de combustión. Esta producción de energía resulta de la reacción del hidrógeno con el oxígeno que tiene como única emisión vapor de agua. Las estructuras de abastecimiento de hidrógeno son hoy el mayor obstáculo al desarrollo a gran escala de esta solución. Sin embargo, hay necesidades de movilidad que pueden beneficiarse más temprano de la propulsión por celda de combustible, como es el caso de los transportes de mercancías de larga distancia que, típicamente, inician y terminan cada viaje en áreas industriales donde podrá ser más viable instalar estructuras de abastecimiento de hidrógeno. ¡Decidir es más fácil de lo que parece! Evita hacerlo en en función de los grandes títulos de los medios o de las discusiones acaloradas en las redes sociales. Investiga y mantente informado acerca del futuro de la movilidad, suscribiendo contenidos como los que se publican en World Shopper Trends (www.world-shopper.com/news). Haz un análisis objetivo de tus necesidades de movilidad. Incluye tus convicciones en el proceso de toma de decisión, tales como tu sensibilidad ambiental y preferencias personales. Si no estás seguro de la opción que has tomado, reduce el riesgo de tu decisión y opta por una solución flexible de financiación del automóvil que te permita diferentes opciones al final del contrato (cambio, devolución o compra). Me tienes siempre a tu disposición en las redes sociales para conversar sobre el futuro del sector del automóvil y de la movilidad. Ricardo Oliveira World Shopper founder
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